Mujeres rusas que buscan esposo

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Ir a la navegación Ir a la búsqueda Patriota redirige aquí. Galería de Mujeres rusas que buscan esposo Nacional, Caracas, Venezuela. El patriotismo es un pensamiento que vincula a un individuo con su patria.

Esa lealtad y devoción no se circunscribía a los miembros de la realeza sino que se extendía a todo un complejo político que abrazaba inextricablemente personas, objetos, símbolos o mitos, y poderes. La lealtad dinástica era esencial especialmente en las monarquías compuestas como la Monarquía Hispánica, pues no existía otro nexo político común entre las diferentes provincias. Ya en plena revuelta de Cataluña un partidario de Felipe IV escribía: el príncipe no sólo es tutor, cabeça, pastor y esposo de la patria, sino una misma cosa con ella. Otro decía: en las Monarquías y Reinos, el buen vasallo no nace en su patria, sino en el corazón de su Rey y a él ha de ir todo su amor. Un tercero afirmaba: en las provincias leales los términos Rey y Patria han de ser unívocos.

Pero cuando se producía un conflicto con el monarca, el patriotismo podía llegar a convertirse en un auténtico lenguaje de oposición política, socavando o desplazando el dinasticismo más robusto y sedimentado inclusive. Eso fue lo que sucedió en Cataluña, por ejemplo. En la Cataluña moderna ser o devenir catalán significaba, ante todo, vivir bajo la jurisdicción de unas leyes de ámbito catalán, así como gozar de las mismas, por supuesto. La palabra patriota fue utilizada por primera vez en sentido político —más allá del sentido originario de paisano, del mismo país— por los rebeldes corsos en su levantamiento iniciado en 1729 contra la República de Génova —patriota sería aquel que ama tanto a su país que está dispuesto a morir por él—. Los primeros movimientos patriotas aparecen en las colonias americanas después de la invasión de Napoleón a España en 1808.

Imán patriótico de los Estados Unidos de América. Expresiones de patriotismo en los Estados Unidos de América. Las acciones llamadas patrióticas son acciones que sirven para mostrar el amor que tiene uno hacia su país. Para algunos, el ejemplo más claro es el de morir en el campo de batalla. Para otros existen otros ejemplos menos extremos, como desplegar la bandera nacional, cantar el himno o defender o apoyar al país al que pertenece uno por otros medios. En muchas partes de Europa, no obstante, mostrar banderas u otros símbolos considerados patrióticos está mal visto por algunas personas que lo consideran jingoísta, poco culto, racista e incluso en ciertos países.

La persecución entre seres humanos va mucho más allá de estar dirigida a grupos étnicos, políticos o religiosos. Cualquier diferencia identificable en apariencia o comportamiento puede servir de base a la persecución. Los detractores del patriotismo ven en éste, una forma de persuasión de las masas iletradas. Algunos piensan que los patriotas, muchas veces peyorativamente denominados salvapatrias, a menudo son administradores del control social, no dudando en arrollar las libertades sociales de sus conciudadanos.